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domingo, 27 de enero de 2013

Capítulo 2

Hola guapuras! ♥
Bueno no tengo mucho que deciros ya que ya os he contado las nuevas noticias (por así decirlo).Así que aquí os dejo este capítulo:)

 ♥ ∞ ♥ Capítulo 2 ♥ ∞ ♥

 Oí una melodía cerca de mi oído.Abrí los ojos lentamente, preguntándome aún que sucedía. Entonces recordé que ese día, a excepción de ayer, era mi primer día de instituto. Parpadeé unas cuantas veces seguidas y, a continuación me estiré. << Así alomejor conseguiría espabilarme >> Me equibocaba, pero aún así hice un esfuerzo para levantarme. Miré el reloj de mi móvil, las 06:30. << Perfecto >>. Me daba tiempo para todo lo que deseaba realizar. Fui directa al baño y me pegue una ducha rápida. No importaba el ruido que ocasionase, total, mama estaba en el trabajo desde hace media hora. Trabajaba de turno de tarde sin embargo, hacia ya unas semanas que hacía horas cosa que conseguía algo más de dinero pero que, hacía que la viera bastante menos. Suspiré de forma alargada. Salí de la ducha y me enrolle en una toalla. Me iba a secar el pelo, pero antes decidí observarme en el espejo. Ví a una chica de temprana edad, que incluso, tenía un rostro que aparentaba uno o dos años menos. Era de estatura media, más cerca a ser baja a alta. Tenía un pelo largo, algo más abajo de los hombros, liso, de un rubio oscuro exceptuando las puntas que eran de un rubio miel. Sus ojos eran del color de sus puntas, color miel. Pero, tristemente, estaban tapados por unas gafas. Sus labios eran carnosos, ala vez que finos y su rostro, bueno, para ella no era nada del otro mundo. Esa era yo. Entonces empecé a notar como algo mojado caía sobre mis pies, me los miré rapidamente y me acordé de mi cabello mojado. Tras tener el pelo seco y peinado, me vestí. Quería causar buena impresión, pero no sabía que ponerme. Después de meditar durante un rato, me decidí por una camiseta de tirantes rosa ceñida y unos pitillos azules. Me miré al espejo y decidida dije para mí. -Puedo con todo.- Estaba lista para asistir al instituto, y arrasar, consciente de que enrealidad no iba a ser así. Al llegar busqué a mis antiguos amigos, finalmente los encontré y pregunté por su clase. Me la enseñaron. Al verla solo pude decir << Guau >>. Era el doble, no, el triple de grande que la mía. Además de que cabían, y tenía 10 alumnos más. Entonces me deprimí aún más. Además de que estaban la mayoría de gente de mi colegio e clase, también era más grande. Pero exigí tranquilizarme, para no volver a llorar y puse una excusa mala para ir a mi patética clase. Mi vida era horrible. Al entrar ví que, a diferencia de la clase de la que acababa de huir estaban hablando por grupos a excepción de alguno que estuviera solo. Busqué con la mirada al chico, pero cuando lo encontré, no me gustó nada con quienes estaban hablando. << Otra vez no >> Eran Myrna y Lucía Seisdedos. Dos de las cuatro chicas que más triunfaron amorosamente y socialmente en mi colegio. Iban a 6° C, pero en la mía, 6°A, estaba Úrsula. Eran amigas, muy amigas. Un sonido atroz me sacó de mis pensamientos. -Como no, la sirena.- Susurré. Me senté en el sitio en el que me había colocado ayer y me di cuenta de que Lucía no estaba. Iba a llegar tarde. Pero llegó, corriendo y apresuradamente. Se sentó y, segundos después, como si de una coincidencia se tratase, llegó la tutora. Lo primero que hizo fue cambiarnos de sitio. Ami me sentó junto a Judith, la que vivía encima mía. La verdad es que nunca habíamos tenido mucho roce. Aunque yo creo que fue a causa de nuestros padres, los cuales se tenían un odio brutal ya que ibamos al mismo colegio y a veces coincidíamos en la piscina. Delante mía se sentaban Alba, una chica que iba a clase de Judith, y que compartió conmigo habitación en el viaje de fin de curso. Al lado había un chico guapo, con el pelo corto y rizado y de piel morena. Pero claro un fallo tenía que tener. Estaba gordo, no como el chico extrañamente guapo que ayer se sentó detrás mía, no, bastante más. Hablando del chico extrañamente guapo, me fije en los que estaban delante de Alba y el chico de su lado,y estaba él justamente al lado de Lucía. Al terminar de situarnos, la profesora paso lista. Me fijé en los nombres de las personas que ayer me llamaton la atención: El chico extrañamente guapo: Fernando. La chica: Sonia. Y el chico perfecto: Sahir. Suspiré al oír su nombre. Sahir. Sahir. Sahir. Espera un momento. ¿SAHIR?. ¿Qué clase de nombre es ese?. ¿ Cómo un chico tan perfecto cómo él podía tener ese nombre tan...tan...extraño?. Derrepente oí mi nombre. Miré hacia ambos lados, pero no logré identificar a mi llamante. Judith me dio un codazo y me susurro -La profe,tía.- Entonces me acordé de que estaba pasando lista y me dí cuenta de que había hecho el ridiculo. Suspiré. << Buen comienzo, Eva >>

4 comentarios:

  1. P-E-R-F-E-C-T-O
    me encanta! solo digo que necesitas mas autoestima, eres genial :)

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    1. MIL GRACIAS!.Tranquila enrealidad tengo pero me gustar exagerar la tristeza en mis historias.
      Y aquí la única genial eres TÚ

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  2. lo amo, me has pasado el blog por twitter y me ha llamado la atencion guapa, a mi tambien me gusta un chico pero el no me da ni la hora, pero bah....estoy tratando de quitar el enamoramiento ¿sera ques se puede? espero que si. En fin, siguela amore <3

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    1. O.o muchas gracias cielo!. Hehe. Bueno yo lo único que te digo es que intentes TODO para conseguir que te hable, pero sin ser pesada, eso lo odian. Espera que los siguientes capítulos te gusten y, quizás te ayuden con ese chico.
      Besitos de caramelo derretido! ♥

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